INFILTRACIÓN INTRADISCAL

¿QUÉ ES LA Infiltración intradiscal?

En qué

consiste

El tratamiento consiste en la aplicación de plasma rico en plaquetas (PRP) en el disco intervertebral, con el objetivo de reducir el dolor lumbar mecánico causado por la degeneración discal.

Procedimiento mínimamente invasivo y, aunque poco doloroso, puede resultar algo incómodo.

La extracción de sangre se centrifuga para obtener el PRP, el cual se administra de manera precisa a través de agujas guiadas por rayos X.

Comodidad y sedación:

Se canaliza una vía endovenosa para extraer la sangre necesaria. También se administran analgésicos y sedación ligera para asegurar que el procedimiento sea más cómodo para el paciente.

Técnica guiada

Durante el procedimiento, el paciente permanece acostado boca abajo, mientras las agujas son guiadas por rayos X para garantizar la colocación precisa del PRP en el disco intervertebral.

Duración

El procedimiento dura aproximadamente 30 minutos. Posteriormente, el paciente permanecerá en observación durante algunas horas hasta recuperarse de la sedación.

CUIDADOS POSTERIORES TRAS Infiltración Intradiscal

Cuidados posteriores

Después del procedimiento, es fundamental que el paciente realice reposo relativo, evitando esfuerzos físicos intensos y cargar pesos.

Se recomienda seguir las pautas médicas para el manejo del dolor, si fuera necesario. El paciente puede regresar a su casa una vez tolerada la ingesta oral, preferiblemente acompañado de un familiar.

Cirujana especialista en Infiltración Intradiscal

Riesgos DE LA Infiltración facetaria lumbar

Riesgos generales

Hematoma en la zona de punción

Puede formarse un pequeño hematoma en el área de inyección, el cual suele desaparecer espontáneamente.

Riesgos Personalizados

El paciente debe informar a su médico sobre cualquier medicación que esté tomando, en particular medicamentos anticoagulantes y antiagregantes, los cuales deben suspenderse unos días antes del procedimiento.

Lesión de raíces nerviosas

Esta es una complicación extremadamente rara, gracias al control riguroso de la posición de la aguja antes de la administración del PRP.

Molestias en la zona de punción

Algunas molestias pueden presentarse en el área tratada, pero generalmente desaparecen en unos días con el uso de frío local y analgésicos convencionales.

Síncope vasovagal

Puede ocurrir mareo, sensación de calor o desvanecimiento debido a la sedación o la manipulación. En estos casos, se controla fácilmente con medicación intravenosa.

Infección

Aunque muy rara, la infección es un riesgo que se minimiza con estrictas medidas de asepsia y antisepsia durante el procedimiento.

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