Infiltración foraminal epidural
¿QUÉ ES LA Infiltración foraminal epidural?
En qué
consiste
La infiltración o bloqueo radicular es un procedimiento médico diseñado para aliviar el dolor irradiado hacia una extremidad causado por la inflamación o compresión de una raíz nerviosa. Consiste en la administración de un medicamento (anestésico local y corticoide) en el espacio donde emerge la raíz nerviosa afectada.
Comodidad y sedación
Para garantizar su bienestar, se canaliza una vía intravenosa que permite administrar analgésicos y sedación ligera, asegurando que el procedimiento sea más confortable.
Técnica guiada
Mientras permanece acostado boca abajo, utilizamos agujas guiadas mediante rayos X y la utilización de contraste, para garantizar la precisión en la colocación del medicamento.
Duración
El procedimiento tiene una duración aproximada de 20 minutos, seguido de un período de observación para asegurar una recuperación completa de la sedación.
CUIDADOS POSTERIORES TRAS Infiltración foraminal epidural
Cuidados posteriores
Tras el procedimiento, permanecerá bajo observación durante algunas horas. Una vez comprobada su tolerancia a la vía oral, podrá regresar a casa, preferiblemente acompañado por un familiar. Durante los primeros días posteriores, se recomienda reposo relativo, evitando cargar pesos o realizar esfuerzos intensos.
Este tratamiento busca ofrecer un alivio significativo del dolor, mejorando así su calidad de vida.
Cirujana especialista en infiltración foraminal epidural
Riesgos DE LA Infiltración foraminal epidural
Riesgos generales
Lesión de raíces nerviosas
Esta es una complicación extremadamente rara, ya que se realiza un control riguroso de la posición de la aguja antes de administrar el medicamento.
Riesgos Personalizados:
Antes del procedimiento, es fundamental informar a su médico sobre cualquier medicación que esté tomando, especialmente anticoagulantes y antiagregantes (como Sintrom, ASA, Clopidogrel, Eliquis, Adiro, Apixaban, o Edoxaban). Estos medicamentos deberán suspenderse varios días antes del procedimiento para minimizar riesgos.
Infección
También muy rara, gracias al estricto cumplimiento de medidas de asepsia y antisepsia durante el procedimiento.
Molestias en la zona de punción
Es común sentir cierta incomodidad en el área tratada, que suele resolverse en pocos días con la aplicación de frío local y analgésicos convencionales.
Síncope vasovagal
lgunas personas pueden experimentar mareos, sudoración, o sensación de desvanecimiento (especialmente al ponerse de pie) debido a situaciones como el dolor, el uso de agujas, o el estrés. En caso de presentar estos síntomas, es importante avisar al personal de enfermería. Este cuadro se trata fácilmente con medicación intravenosa.
Hematoma en la zona de punción
Aunque poco frecuente, puede aparecer un pequeño hematoma en el área de la inyección.
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